¿Por qué la lana de vidrio es el aislante térmico y acústico que está revolucionando el mercado?

Actualmente, existen diversos materiales destinados a aislar la temperatura y el sonido. Tanto en el sector de la construcción, como en el de la industria, la lana de vidrio se encuentra entre los más utilizados.

Este material obtenido de fundir vidrio reciclado y arena, tiene especial relevancia en el objetivo de aislar un restaurante, sin embargo, sus prestaciones como aislante termoacústico de gran eficiencia permiten que pueda ser aprovechado en cualquier tipo de negocios e incluso, en el hogar.   

¿Qué es exactamente la lana de vidrio?

La lana de vidrio es un material reciclable, ignífugo, resistente y no contaminante empleado en la industria y construcción con el propósito de aislar el calor y el ruido. En su composición se combina arena y vidrio, los cuales son sometidos a altas temperaturas hasta lograr su fundición.

El proceso de fibrado confiere al material especial resistencia térmica, sin comprometer la flexibilidad y ligereza. El producto es inerte a los seres vivos por lo que es seguro para las personas y no perjudica a la naturaleza o a los animales.

La versatilidad es una de sus principales características, puede ser utilizado en construcciones residenciales e industriales, así como en instalaciones destinadas al comercio o a la prestación de servicios como restaurantes, bien sea al momento de emprender una obra nueva, ampliar o remodelar.    

A diferencia de los productos aislantes que se derivan de fibras vegetales, acrílicas o del petróleo, la lana de vidrio resisten hasta 400°C de temperatura sin quemarse genera humo o emitir gases.

Múltiples aplicaciones

Si bien el principal uso del material es lograr la perfecta climatización de los espacios y economizar en gastos de calefacción, el confort también se deriva de la manera en la que absorbe y controla el ruido. La elasticidad de la estructura ejerce un efecto disipante de las ondas acústicas.

Además de la resistencia térmica, es un material hidrorepelente, esto implica que el contacto con la humedad y el agua no altera sus propiedades, manteniendo sus propiedades incluso ante la presencia de filtraciones, exposición a la lluvia y condensación.

Las aplicaciones de la lana de vidrio abarcan desde la construcción en seco y el uso en cerramientos, hasta la instalación en techos, entrepisos y cielorrasos. Asimismo es común su presencia en los conductos de aire acondicionado, recubriendo paredes y en falsos techos

Ventajas y diferencias respecto a la lana de roca

Si bien ambos materiales comparten la eficiencia energética y la polivalencia necesaria para rendir eficacia en el aislamiento térmico y acústico, la forma en la que se obtienen marca la diferencia entre sus características y usos.

La lana de vidrio se elabora a partir de vidrio y/o arena sílice tratado a altas temperaturas, durante el proceso las fibras se entrelazan de forma tal que el material adquiere especial resistencia y flexibilidad. Asimismo, el material puede ser combinado con silicona y ligantes que incrementan el nivel de consistencia.

Por su parte, la lana de roca es obtenida a partir de roca basáltica a 1600°C, de ello la gran resistencia de las fibras minerales que la conforman y sus propiedades aislantes, tanto del sonido como de la temperatura.  

¿Por qué elegir lana de vidrio para aislar casas y negocios?

Tomando en cuenta que los dos tipos de lanas presentan importantes cualidades aislantes, la diferencia la marca el precio, la lana de vidrio es más económica que la de roca.

De esta forma, su elección supone ahorro sin renunciar a excelente resistencia térmica y atenuación del ruido, todo ello gracias a su baja conductividad y capacidad de absorber las ondas sonoras.

La durabilidad es otro punto a favor, sus propiedades se mantienen durante décadas sin riesgo de deterioro o la aparición de moho u hongos a causa de la humedad. Finalmente está la enorme versatilidad del producto y su particularidad de ajustarse a cualquier uso o necesidad.

 Perfecto para restaurantes

Tanto en uso doméstico como profesional, la lana de vidrio mantiene controlado el calor, dejándolo fuera durante la temporada estival y reteniendo cuando desciende la temperatura. 

Además del equilibrio térmico, el uso del material incrementa el confort a través de su eficiente capacidad de disminuir el ruido exterior sólo con instalarlo en las paredes y techo.  

Seguridad y eficiencia garantizada

Una ventaja clara de utilizar lana de vidrio en restaurantes es que hablamos de un material 100% seguro para la salud. De acuerdo al comunicado emitido por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) en 2001, no representa ningún tipo de riesgo cancerígeno.

La fabricación del material está condicionada al cumplimiento de ciertas normativas por parte de la legislación europea, entre ellas la disponibilidad del certificado Euceb que avala su seguridad.

Por otra parte, se trata de un material incombustible, es decir, resiste altas temperaturas sin peligro de generar gases o humo. En caso de incendios, tiene la particularidad de retrasar la propagación de las llamas. 

Mínimo riesgo

Si bien la lana de vidrio no es tóxica, durante la manipulación algunas partículas pueden desprenderse, la cuales una vez instaladas, provocan irritación en el sistema buco-nasal hasta que el organismo las elimina.

Frente al contacto con la piel, basta con lavar muy bien el área usando agua y jabón suave para deshacerse de las partículas. En caso que la fibras continúen incrustadas, conviene colocar un pedazo de cinta adhesiva y presionar un poco a fin que queden pegadas al momento de retirar el adhesivo.

 

 

 

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