Tarima exterior de composite vs tarimas de madera, ¿cuál es la mejor opción?

Disfrutar de un espacio exterior en nuestra vivienda es un sueño para cualquiera, gracias a la gran cantidad de ventajas que se desprenden de su polivalencia. Un aspecto que destaca especialmente en aquellos climas más benévolos. No obstante, con el objetivo de poder disfrutar de su presencia al máximo, conviene prestar una especial atención a lo relacionado con los materiales escogidos para llevar a cabo la elaboración de las tarimas para el suelo.

 

Son dos las principales opciones que existen en el mercado: la tarima composite y las tarimas de madera maciza. A continuación, estos son los aspectos que conviene saber antes de decantarse por una de las diferentes opciones. 

Tarimas de composite, ¿cuáles son sus ventajas principales?

Las tarimas de composite se han consolidado como uno de los productos más solicitados para vestir los exteriores de cualquier hogar. Entre las múltiples ventajas que desprende, se encuentra la facilidad de su implantación. Gracias a que se instala sobre rastrales, no es necesario contar con ninguna herramienta especial ni ningún otro tipo de maquinaria compleja. 

Nos encontramos ante uno de los materiales más resistentes que existen, siendo una opción especialmente recomendable para todo tipo de climas. Además, y gracias a que su mantenimiento es muy sencillo, se convierte en una solución especialmente recomendable.


Gracias al avance sufrido por la tecnología en los últimos años, en su proceso de elaboración se garantiza un acabado muy natural, ofreciendo una gran variedad tanto de acabados como de colores. Además, y favoreciendo el cuidado del medio ambiente, destaca su vertiente ecológica, siendo 100% reciclable. 

¿Qué resultado podemos esperar de las tarimas de madera maciza?

La madera es una de las alternativas naturales más populares que existen a la hora de vestir el suelo del espacio exterior de nuestra vivienda. No obstante, tras la irrupción de opciones como la mencionada anteriormente, su popularidad ha ido descendiendo a medida que la tecnología ha ido avanzando. 

 

Pese al buen resultado a nivel estético que ofrece, es importante destacar que este tipo de opciones requieren de una gran cantidad de cuidados a nivel de mantenimiento, siendo necesario extremar las precauciones antes de su elección. Gracias a la sensibilidad que presenta en lo relacionado con las condiciones climáticas externas y a los daños que pueden sufrir como consecuencia de la aparición de insectos. 

 

A nivel estético, también es importante saber que la madera presenta cambios en su coloración como consecuencia del paso del tiempo. Un aspecto que si bien puede proporcionar un cierto toque distintivo, también influye a la hora de llevar a cabo reparaciones o sustituciones de piezas. Proporcionando importantes contrastes en sus tonalidades. 

En el mantenimiento, el proceso de instalación y la durabilidad encontramos tres de las principales diferencias entre ambas opciones. Escoger la mejor opción dependerá de las necesidades y los recursos presentes en cada vivienda. 

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